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9 consejos para cuidar tu chimenea de leña

Una de las cosas que más nos gusta de la llegada del invierno es pasar tardes de frío y lluvia relajados en casa. Poder estar enfrente de la chimenea disfrutando de una película, leyendo un libro o pasando el tiempo con los amigos o la familia.

Las chimeneas forman parte ya de nuestra historia, su invención y uso data del sigo I después de Cristo, y aunque no fuera hasta entonces que se registrara la utilización de este sistema, en la prehistoria ya se utilizaba el fuego como método de calefacción. En sus primeros usos el humo de la chimenea salía de manera horizontal y no en vertical como conocemos en la actualidad. Pero esta herramienta fue evolucionando y trayendo consigo grandes beneficios para la sociedad.

Hoy en día la evolución de las estufas sigue en proceso y se ha mejorado notoriamente la seguridad y se ha ampliado su variedad.

¿Cuántos tipos de chimenea hay?

  • Chimeneas de leña: las de toda la vida, fáciles de encender y ofrecen un agradable calor en días de mucho frío. Cada vez son menos comunes en casas modernas, pero son sin duda las que más calientan. En su contra está que generan una gran cantidad de residuos, que su temperatura no es regulable, que no se puede desatender su fuego y que requieren de obra para su instalación.
  • Chimeneas de gas: son la evolución de las clásicas chimeneas de leña y su uso es fácil y práctico, ya que funcionan igual que los fogones de una cocina. Algunas de sus ventajas son que no generan residuos, se encienden instantáneamente y son regulables. Por contra, su instalación es más técnica que las chimeneas de leña y son mucho más caras que las anteriores.
  • Chimeneas de bioetanol: el bioetanol es un combustible obtenido de la fermentación de las materias ricas en hidratos de carbono y su combustión es limpia. ¿Qué quiere decir esto? Que las emisiones que producen no son perjudiciales. Tienen como ventaja que ofrecen un rendimiento energético del 100% y no requieren de instalación, y como desventaja que resultan caras si quieres utilizarlas con frecuencia… además puede producir olores si no compras el bioetanol adecuado.
  • Chimeneas eléctricas: son imitaciones de una chimenea real que principalmente sirven para decorar tu casa. Tienen la opción de producir calor, pero a través de una resistencia eléctrica, lo que supone un gasto económico por el que no vale la pena invertir si lo que deseas es mantener tu hogar caliente. Sus ventajas, que son 100% seguras y no generan humos ni residuos.

¿Qué chimenea puedo poner en mi casa?

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Las más difíciles de instalar y que necesitan de una obtención legal por parte de las instituciones para su construcción son las chimeneas de leña. No se pueden instalar en pisos ni viviendas colectivas salvo en casos muy puntuales, solamente en casas y viviendas unifamiliares con ciertos factores que tener en cuenta. Lo mismo ocurre con las chimeneas de gas, y aunque hay mayor permisividad para su instalación, también necesitas de una licencia. Las únicas que puedes instalar en tu piso si vives en un bloque son las chimeneas de bioetanol y las eléctricas.

Para un buen mantenimiento de las chimeneas de leña, aquí te dejamos algunos consejos:

  1. En el caso de que no la hayas encendido aún después de un largo período de inactividad, conviene hacer previamente una limpieza a fondo. Revisa el conducto por el que sale el humo, ya que puede acumular residuos y adherirse a las paredes. En cualquier caso, te recomendamos limpiarla al menos una vez al año.
  2. Las paredes del conducto deben estar impolutas y revisar si han sufrido algún deterioro. En el caso de que exista, deberá realizarse una reforma para que no se vean afectadas otras partes anexas de la casa: red eléctrica, cañerías, etc.
  3. Recomendamos el uso de leña seca, ya que si está un poco húmeda puede crear hollín.
  4. Para encenderla o cuando está en uso, evita quemar papeles, revistas, cajas de cartón u otro tipo de materiales similares, ya que generan muchos residuos.
  5. No cierres por completo la puerta de la chimenea o de la estufa, ya que vas a ralentizar la salida del humo y se generará más hollín.
  6. El fuego debe apagarse por si solo, la utilización de agua u otro elemento refrigerante puede provocar inconvenientes, mucho humo y posibles riesgos de incendio.
  7. Ten mucho cuidado a la hora de tirar las cenizas, ya que conservan la capacidad de encender fuegos durante días y, si no los tiras en un recipiente húmedo o los cubres con una tapa, puedes provocar un incendio.
  8. Si la chimenea cuenta con un cristal protector, límpialo una vez el fuego esté apagado y el cristal frio.
  9. Si quieres limpiar la estufa de leña por fuera, el mejor método es coger un poco de gasoil y meterlo en una botella con pulverizador. Si pulverizas sobre el hierro y vas limpiando con un trato, te quedará impecable.

Esperamos que estos consejos te ayuden a mantener y disfrutar de la chimenea con seguridad en estos días de frío que están por llegar.

Ah, y si quieres saber qué chimenea (de leña o de pelets) es mejor para tu hogar, aquí tienes este post con consejos para ayudarte a elegirla.

Si decides comprarte una chimenea para este invierno en Jaype estaremos encantados de atenderte en nuestra tienda.

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