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Herramientas básicas para iniciarte en el mundo del DIY y el bricolaje

Si como a mí te apasionan las manualidades y el bricolaje, te encanta encargarte de las reformas de tu hogar o te enamora la restauración y el reciclaje, pero aún no has dado el paso de convertirte en el/la manitas de tu casa, en este post voy a ofrecerte una ayuda para iniciarte en el mundo del DIY y el bricolaje.

Está claro que para empezar con seguridad y buen pie resulta imprescindible tener algunas herramientas, no se trata de que tengas que comprar un Kit super profesional, sino disponer de las básicas que más vas a utilizar para tus proyectos e ir comprando según vayas necesitando.

Caja organizadora con los indispensables

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En primer lugar, cómprate una caja de herramientas básica que lleve, al menos, un juego de destornilladores, unos alicates, un martillo, un metro, un nivel, clavos, puntas, tornillos de diferentes medidas y tacos también de diferentes tamaños (sobretodo del 5, 6 y 8). Te recomiendo que hagas un esfuerzo y compres cosas de buena calidad porque las vas a utilizar mucho y con el paso del tiempo amortizarás el gasto. ¡Ah! y la caja mejor si es de tamaño mediano/grande y con un buen sistema de cierre, para que en el futuro te quepa todo y no se te pierda ninguna herramienta.

Escalera, tipo tijera para mayor seguridad

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Siempre resulta útil disponer en casa de una escalera para llegar a los lugares más inaccesibles, cambiar lámparas, ordenar armarios altos o limpiar ciertas partes del hogar… pero si quieres ser un verdadero manitas la escalera será tu mejor aliada. Las más seguras y estables suelen ser el tipo tijera, pudiéndolas guardar en cualquier armario. La altura más recomendable, si tu casa no es especialmente alta, es de 6 escalones. Las tienes en madera, metálicas y de plástico. Nuestro consejo es que priorices la estabilidad y durabilidad, frente a la estética y el precio.

Taladro, imprescindible para cualquier manitas

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Es sin duda una de las herramientas básicas que no debe faltar en la lista de toda persona que se inicie en el DIY. Los hay con cable o con batería (más cómodos, pero que no se te olvide cargarlo) y, dependiendo de para que vayas a utilizarlo, tienes diferentes opciones como taladro percusor en caso de una pared dura o atornillador para superficies más ligeras. A la hora de comprarlo asegúrate de que tenga múltiples velocidades y sea reversible, ya que podrá resultarte útil si necesitas destornillar algún tornillo.

Si no has utilizado nunca un taladro, algo que es bastante habitual, te aconsejo que practiques sin miedo en una pared que no se vea mucho, intentando que la broca entre lo más recto posible y sujetando el taladro firmemente. ¿Qué puede pasar cuando realices algún agujero? Que lo hagas más grande de lo necesario… no te preocupes, ¡pones masilla y problema resuelto!

Finalmente, no te olvides de comprar diferentes brocas tanto de calibre como para trabajar cualquier tipo de material (pared, madera, metal…).

Destornillador eléctrico, más útil de lo que piensas

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El destornillador eléctrico es también de gran ayuda, no solo para no forzar tanto nuestras manos, sino sobretodo para hacer más fuerza al atornillar y, aunque pueda sorprenderte, son más cómodos y fáciles de usar que los manuales. Es un básico, y algo que vas a utilizar muchísimo tanto en DIY como si vas a montar unos muebles Kit.

Lo habitual es que dispongan de varias puntas que se adapten a cualquier tipo de tuerca y, si puedes, cómpralo con un ángulo recto para acceder a lugares difíciles e incluso con un juego de brocas para hacer pequeños agujeros en madera o plástico. Una curiosidad: algunos pueden desmontarse para instalar otros accesorios como ¡sacacorchos o tijeras!

Lijadora, para restaurar muebles y algo más

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Aunque de entrada puedas pensar que no es una herramienta imprescindible, con el tiempo descubrirás que tengo razón y que la lijadora eléctrica debe formar parte de tu kit básico DIY. Además de lijar madera para que quede suave y sin astillas, también la utilizaremos para quitar restos de pinturas en mal estado, eliminar barnices, alisar superficies rugosas o con baches, etc.

Hay varios tamaños y tipos diferentes de lijadoras disponibles, pero si pensamos en un uso para el bricolaje y proyectos DIY mi recomendación es una lijadora de órbita aleatoria de cinco pulgadas, ya que ofrece más maniobrabilidad y puedes controlarla con la palma de la mano. La mayoría viene con un sistema de vacío que se activa cuando se enciende la lijadora para aspirar las partículas finas que se generan, estas se depositan en un recipiente desmontable. Incluso con este sistema, te recomiendo usar gafas de seguridad y una máscara de respiración.

Sierra caladora, para cortar a medida

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La sierra caladora nos sirve para cortar madera, cartón pluma, dm e incluso metal, tanto si quieres dar forma o simplemente cortar una tabla a una determinada medida. En principio es fácil de usar, ya que dispone de una hoja con dientes específica para cada tipo de material y cuenta con una base como guía que debes seguir e intentar cortar siguiendo el trazo. Es una cuestión de pulso y paciencia… e ir lento al principio y con cuidado. No olvides que son herramientas con las que podemos tener algún percance, por lo que debes tomar todas las medidas de seguridad adecuadas.

Algunas incluso disponen de función de aire integrado que resulta muy útil para eliminar las virutas rápida y eficazmente, y proporcionar una buena visibilidad constante de la línea de corte.

Pistola de silicona, para pegarlo todo

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Es una de las cosas que más usarás en los proyectos DIY de manualidades, restauración y reciclaje. Funciona con una carga de barritas de silicona (u otros productos) que se calientan y, apretando el gatillo, sale con textura casi líquida que pega prácticamente en cualquier superficie de manera muy fácil y rápida, ya que el secado es prácticamente al instante. Hay que tener cuidado con ella ya que es muy fácil quemarse… ¡doy fe de ello!

¡Manos a la obra!

Una vez tengas tus herramientas básicas llegará el momento de empezar. Seguramente las primeras veces no saldrá tan bien o, incluso, puede que salga mal… pero poco a poco irán saliendo mejor. Lo importante es no rendirse y seguir intentándolo. Y no obsesionarse con los acabados profesionales y perfectos, ya que el placer de este tipo de proyectos está en que lo haces tu misma con tus manos, y la satisfacción es inmensa… además el ahorro que consigues.

Termino este primer post recomendándote que empieces ya a inspirarte para tus DIY observando todo lo que te rodea y buscando ideas por internet… y, por supuesto, siguiendo nuestro Instagram y los artículos DIY del blog que iremos publicando periódicamente. ¡Espero poder ver muy pronto tus proyectos!

En el próximo post: te daremos algunas ideas DIY para regalar el día de San Valentín a esa persona especial a la que tanto quieres. ¡Mantente atenta!

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